14 de mayo de 2007

Hi'aiti'ihi'


Descubrí el otro día en la versión electrónica de El Mundo (no me lapidéis por eso) una de las tribus más apasionantes en lo que a estructura mental se refiere. Si ya las investigaciones sobre culturas actuales con costumbres ancladas en siglos pasados son interesantes, ésta tiene el plus añadido de la lingüística. Se trata de los pirahas, una tribu amazónica que se expresa en una lengua sin números, sin pronombres, sin colores, sin tiempos verbales, sin oraciones subordinadas, con sólo ocho consonantes —siete en el caso de las mujeres— y tres vocales. Se pueden comunicar silbando, tarareando o incluso cantando. Ved un ejemplo:


ʔakí, ʔakí ti kagáíhiaí kagi abáipí koái


Aquí el jaguar atacó a mi perro.


Fuente: Wikipedia


Sin embargo, las peculiaridades morfológicas del lenguaje no es lo que me llama más la atención, sino que son las consecuencias de aprendizaje y conducta lo que realmente sorprende. Dice el artículo que son incapaces de crear ficciones, o recordar más allá de dos generaciones de familiares (ideal para cenas de navidad) y que son incapaces de generar ideas más allá de la experiencia. Deduzco entonces que no tienen remordimientos ni nostalgia. Pero entonces también carecen de apego a los más cercanos. Es extraño que la costumbre no les haya hecho crear nuevas palabras de recuerdo, ensoñación o ¡no digamos números!

He aquí los integrantes de la Real Academia de la Lengua Piraha

Además, al mismo tiempo, cada sensación es nueva, cada gusto, cada beso, un redescubrirlo todo al estilo de Memento. Romper con el pasado e incluso con el futuro. Dicen que la ignorancia es el máximo exponente de la felicidad, pero el pirahismo puede superarlo.

Es por eso que a partir de ya mismo voy a acogerme al piraha way of life. Viviré la experiencia al minuto, no contaré (sobre todo mis deudas), pasaré de los colores (aunque me suelen decir que ya lo hago después de observar mi atuendo) y de las formas verbales (por fin, adiós imperfectos y subjuntivos, ¡me abonaré sólo al futuro!) y, atención, sólo emitiré ocho consonantes. Me despido en piraha:

¡¡Xáagahá!!

(Traducido: ¡Que te den, Chomsky!)

6 comentarios:

e-catarsis dijo...

Nada de lapidaciones , esas son los miércoles a las tres menos cinco (....) ¿de dónde si no iba a salir un texto tan
hjgdtr ( estupendo)

De todas maneras un pero ¿por que siete y no las ocho?...
hhhebjtwsaq kknheinsf tyu dd hbte (qué injusticia, que discriminación...¡joer! qué feos los de la foto)

mmm...que le estoy yo tomando el gustillo a mis SIETE consonantes :P

¡ea! pues nada chomsky...eso :DD

PD la palabrita de marras anda también en piraha ¿no?
;-)

Currymaedchen dijo...

Lo de la tribu me lo habían contado, es la leche cómo conceptualmente depende de cómo tengas amueblada la cabeza puede cambiar radicalmente lo que para nosotros viene a ser el mundo, si fueramos como estas gentes podríamos llevar a cabo la tan repetida y famosa frase, utilizada por todo el mundo en algún momento, que en realidad nos tortura en lo más hondo de nuestra alma, pq sabemos que no podemos seguir dicho lema perpétuamente:
CARPE DIEM

Joan dijo...

xiagaátarr äaddax xaí aias saax xaiiàax

He dicho.

e-catarsis dijo...

thguretd jhutdr gy jhugtrnt hjg uhytfe

:DDD

Joan dijo...

Completamente de acuerdo

Lúzbel Guerrero dijo...

Me gusta Joan, resérveme una plaza; y para agradecérle la información, le cuento un chiste en Pirado (dialecto septentrional del Piraha):
¡khi kiri di gilli tinis amigui!
¿ y khi kirí ki li haga?