4 de marzo de 2008

Engañar


Cuando alguien engaña a otra persona, puede sentirse aliviado al cabo del tiempo por haber afectado sólo a un individuo. En cambio, cuando el timo es masivo, los remordimientos deberían de aumentar exponencialmente según el espectro de personas engañadas. Nada de eso parece ocurrir en los dos debates que hemos vivido esta última semana. Y digo debates para que los que aún me visitáis –incluso después de pasar cada vez más tiempo entre post y post- entendáis que me refiero al encuentro falso e impostado entre Zapatero y Rajoy, porque debate, lo que sería debate, no existió.

En el fútbol, cuando vas al estadio expectante, pensando que habrá ocasiones, vaivenes, alternativas y un buen espectáculo y encuentras autobuses en el área, juego táctico, ocasiones contadas, goles pírricos y toda la retahíla de tópicos que se precien, te sientes engañado. Como en el debate. El cerocerismo más italiano se impuso a la lógica de la dialéctica.


¡¡Viva el catenaccio!! ¡¡Que debata Rita!!


Con la connivencia de las televisiones (y por encima de ellas, la Academia, organizadora del evento), los dos partidos mayoritarios se sentaron a pactar la temperatura, los tipos de planos y los temas y su duración.

¿Se imaginan a Rijkaard y Schuster hablando –pactando- los días previos a un derby?

Frank:
Oye, yo en la primera parte quiero atacar por la banda izquierda.

Bern:
Me parece bien. Yo centraré balones largos.

¡Qué estafa! ¿Cómo vamos a votar si no podemos ver la capacidad de respuesta de los políticos? En estos momentos me acuerdo de Romario. ¿Y si le hubiera mandado un sms a Alkorta?

Romario:
Dentro de un minuto te voy a romper la cintura. Cogeré la pelota y batiré a Buyo. No podrás hacer nada, sólo mirar.

Ahí está el quid de la cuestión. Y a) Lo mismo que te digo una cosa, te digo la otra. Sin previsión, sin pacto previo, sin saber con qué temas te puede atacar tu adversario político, el debate habría sido interesante y no el copia-pega de los discursos del Parlamento. Como en el futbol, donde uno está expectante por ver qué va a pasar, ¿o alguien tiene un pláning del partido con el número de faltas, internadas, chuts, etc? En lugar de debate, lo deberían de haber llamado “Diálogo de besugos 2008”. En lugar de Romario, vimos a Christanval.


Te dije que iría por aquí. ¿La Academia no te ha pasado la estructura del debate?

Además, ¿dónde está la representatividad? ¿O acaso la Liga la juegan sólo Barcelona y Real Madrid? CiU suele rozar el millón de votos e IU lo supera con creces. Pues no estuvieron. Aunque eso tampoco importa demasiado. Para escuchar a cuatro vomitando sus discursos, mejor que sólo fueran dos.


Además, todos los telediarios y programas informativos de las teles y radios han despedazado cada tic, cada gesto, cada detalle insignificante sobre los dos candidatos. Que si ganaría el que mayor entereza demostrase, que si la corbata es importante, que si los brillos, bla, bla, bla. ¿Y qué hay de los contenidos políticos? Si llega Ynestrillas muy bien vestido, no le brilla la frente y se desenvuelve bien delante de las cámaras, ¿lo votamos para presidente? Lo peor de todo, es que la resaca del debate ha inundado cualquier resquicio de los medios de comunicación y las personas y acaba por ser imposible la evasión.


Y, si no, miradme a mí, que, siglos después, gasto tiempo para entrar en el blog y, desgraciadamente, darle más minutos de importancia al debate. Total, como al final se suele votar en contra de un partido y no a favor de otro… pero bueno, ese es un tema para otro post. Nos engañan y nos da igual. Es muy triste.