Días ha, aparecí de nuevo en el mundo real gracias al Maligno, sí, mi amigo José Antonio. Y, además, recolocado como líder espiritual mundial y dotado de cuerpo humano. Mi cabeza reposaba encima de un talle robusto, de pecho ancho y brazos fuertes (no eran las palancas de la muerte, pero algo era algo) y mi cerebro avanzado por fin tenía extremidades a las que dirigir. Una pena que Lucifer se equivocara y me situara en un cuerpo afroamericano, vamos, más negro que Samuel Eto’o. Mi tez blanca contrastaba a modo expresionista con el cuerpo de Kunta, pero no me quejaba gracias a según que atributos que rozaban la elefantiasis y alegraban mi harén de ninfas virginales cuyos encantos aumentaban la mística de mi figura.
Mi primera decisión fue anunciarme a los cuatro vientos:
“Soy el Papa Joan XXIV y mi doctrina ha de caer encima de todo aquel impío que ose mirarme a los ojos. Vuelve el siglo XIII, lo gótico, lo oscuro y el arrepentimiento. Habéis nacido para sufrir, para ser castigados ante mis ojos, testigos inexorables de todo lo que acaece en este valle de azufre, lágrimas y ganchitos que es la Tierra.”
Tal presentación redujo el espectro religioso mundial al monoteísmo absoluto. Aparecieron Joaneros en Sudamérica, Joanistas en Oriente Medio, Joánicos en Europa y Juanetes en los pies, todos seguidores míos que, humildemente y tras ordenárselo, donaron sus mujeres –para alejarles de la tentación-, su dinero –para que no se ensuciaran con el vil papel- y drogas –para que las pusiera a buen recaudo- a mi causa. Budismo, Islamismo, Catolicismo y demás pamplinas pasaron a ser reductos similares a los amish, apartados de la sociedad y ridiculizados por el cine.
Redacté un Nuevo Nuevo Testamento (aka NeNeTe) y los Diez Mandamientos pasaron a ser dos:
- Adorarás, pagarás dinero, te someterás, obedecerás y no replicarás a tu líder espiritual, el Papa Joan XXIV, por encima de todas las cosas.
- Para cualquier duda, consultaràs el Primer Mandamiento.
Toda la población -aka ratas de mierda- fue adoctrinada con el NeNeTe día y noche. Lo enseñaban en las escuelas, lo publicaban los periódicos y los graffitis lo estampaban en las paredes. No se oía otra cosa en la radio o en la televisión y por si fuera poco, la escarificación de sus siglas en las frentes de todos se convirtió en obligatoria, así no se olvidarían jamás, pensé. NeNeTe en la cabeza de forma permanente, qué gran idea.
Mandé construir un templo que personificara mi figura, pero no había materiales suficientemente nobles ni extensión tan inmensa como para rendir homenaje al nuevo dios, así que demolieron Estados Unidos y allí se puso la primera piedra de lo que sería el Palacio Joan, construido con joanita y excelsio, dos materiales aún por descubrir pero que quizá colmarían mis expectativas. Advertí que ejecutaría mineros e ingenieros hasta que se descubrieran tales materiales. La población nortamericana sobrante, es decir, toda, fue invitada amablemente, prendiendo sus ropas con antorchas ardientes y decapitando a todo aquel que no corriera despavorido, a establecerse en Palestina, cosas del destino.
Anunciado el nuevo orden mundial, sólo quedaba a expensas de ejercer mi yugo espiritual, aplicando liturgias psicotrópicas y sumiendo a la humanidad en un caos que me reportara pingües beneficios. Sólo llevaba un día de Joan XXIV y ya vestía con túnica dorada, cinta Umbro en la cabeza, tacón alto, calcetín blanco y me expresaba en arameo, lengua que desconocía pero me daba cierto aire de trascendencia. De esta manera, mis visionarias ideas de prohibir el calzado, obligar a conducir marcha atrás, rezar el NeNeTe desnudos al amanecer o establecer el piedra-papel-tijera como nueva moneda mundial cayeron en saco roto. Ni me entendían, ni veían que eso fuera competencia de un líder espiritual.
Agotado, resolví quitarme la vida en señal de hastío, como última queja. Cogí a mi doble para situaciones de riesgo, le rebané el cuello con gran simbolismo y abandoné el báculo de hachís marroquí, símbolo de mi efímera gloria religiosa.
Mi primera decisión fue anunciarme a los cuatro vientos:
“Soy el Papa Joan XXIV y mi doctrina ha de caer encima de todo aquel impío que ose mirarme a los ojos. Vuelve el siglo XIII, lo gótico, lo oscuro y el arrepentimiento. Habéis nacido para sufrir, para ser castigados ante mis ojos, testigos inexorables de todo lo que acaece en este valle de azufre, lágrimas y ganchitos que es la Tierra.”
Tal presentación redujo el espectro religioso mundial al monoteísmo absoluto. Aparecieron Joaneros en Sudamérica, Joanistas en Oriente Medio, Joánicos en Europa y Juanetes en los pies, todos seguidores míos que, humildemente y tras ordenárselo, donaron sus mujeres –para alejarles de la tentación-, su dinero –para que no se ensuciaran con el vil papel- y drogas –para que las pusiera a buen recaudo- a mi causa. Budismo, Islamismo, Catolicismo y demás pamplinas pasaron a ser reductos similares a los amish, apartados de la sociedad y ridiculizados por el cine.
Redacté un Nuevo Nuevo Testamento (aka NeNeTe) y los Diez Mandamientos pasaron a ser dos:
- Adorarás, pagarás dinero, te someterás, obedecerás y no replicarás a tu líder espiritual, el Papa Joan XXIV, por encima de todas las cosas.
- Para cualquier duda, consultaràs el Primer Mandamiento.
Toda la población -aka ratas de mierda- fue adoctrinada con el NeNeTe día y noche. Lo enseñaban en las escuelas, lo publicaban los periódicos y los graffitis lo estampaban en las paredes. No se oía otra cosa en la radio o en la televisión y por si fuera poco, la escarificación de sus siglas en las frentes de todos se convirtió en obligatoria, así no se olvidarían jamás, pensé. NeNeTe en la cabeza de forma permanente, qué gran idea.
Mandé construir un templo que personificara mi figura, pero no había materiales suficientemente nobles ni extensión tan inmensa como para rendir homenaje al nuevo dios, así que demolieron Estados Unidos y allí se puso la primera piedra de lo que sería el Palacio Joan, construido con joanita y excelsio, dos materiales aún por descubrir pero que quizá colmarían mis expectativas. Advertí que ejecutaría mineros e ingenieros hasta que se descubrieran tales materiales. La población nortamericana sobrante, es decir, toda, fue invitada amablemente, prendiendo sus ropas con antorchas ardientes y decapitando a todo aquel que no corriera despavorido, a establecerse en Palestina, cosas del destino.
Anunciado el nuevo orden mundial, sólo quedaba a expensas de ejercer mi yugo espiritual, aplicando liturgias psicotrópicas y sumiendo a la humanidad en un caos que me reportara pingües beneficios. Sólo llevaba un día de Joan XXIV y ya vestía con túnica dorada, cinta Umbro en la cabeza, tacón alto, calcetín blanco y me expresaba en arameo, lengua que desconocía pero me daba cierto aire de trascendencia. De esta manera, mis visionarias ideas de prohibir el calzado, obligar a conducir marcha atrás, rezar el NeNeTe desnudos al amanecer o establecer el piedra-papel-tijera como nueva moneda mundial cayeron en saco roto. Ni me entendían, ni veían que eso fuera competencia de un líder espiritual.
Agotado, resolví quitarme la vida en señal de hastío, como última queja. Cogí a mi doble para situaciones de riesgo, le rebané el cuello con gran simbolismo y abandoné el báculo de hachís marroquí, símbolo de mi efímera gloria religiosa.
15 comentarios:
Vaya pasada, compañero, vaya pasada: el día de la investidura, no te olvides de mí. Será divertido...
Un fuerte abrazo.
Estimado Joan, egregio a la par que marginal auteur: aventuro que la abolición del servicio militar obligatorio le eximió de aprender a utilizar armas de fuego.
Es lo único que explicaría que a día de hoy ud. no esté hecho todo un Coronel Kurtz.
A los pies de usía.
Santidad, si necesita de un cardenal, no dude en consultarme. Beso su santo anillo.
Impresionante. Esta es sin duda la culminación (o no) de una de las mayores y más impactantes obras maestras de la contemporaneidad contemporánea.
Aplaudo con furia su talento.
Manuel, me autoinvestí pero ahora ya he sucumbido y vivo en el ostracismo.
Bub On, si se entiende el mechero como arma de fuego sí, ahora bien, el M4, el Dragunov y similares sólo los domino en mundos virtuales. Pena.
Corpi, cardenal a modo de lugarteniente, ¿o es un rollo sadomaso?
Aprecio su arenga, Folken. Sobre todo ahora que mi grandeza se ha desvanecido.
Estimado líder: los ganchitos; yo creo que ha sido por los ganchitos; deberías haber plantado ganchitos en toda Palestina y todos se hubieran quedado tan contentos.
Cuando reformules tu futuro y decidas tu autoresurrección, no te olvides de los ganchitos.
Acuérdate: ganchitos para todos.
Mesiánico Joan, la palabra lástima se me queda corta, demasiado humana, hombruna, para describir el infinito vacío, el cuántico pesar y el eterno dolor que siento desde que usía decidió dimitir, abandonar sus funciones pastorales.
Ahora mis vecinos me tienen rodeado, armados con rastrillos y hazadones. Incluso uno de ellos porta un antípodo bumerán.
Hoygan, quise decir Azadones.
Estimado Josep, entonces se crearía una nueva raza mundial con las yemas de los dedos anaranjadas y la imposibilidad de cerrar la boca por los restos ganchitiles incrustados en sus muelas. Lo estudiaré.
Estimado Estanli, ya pasé en capítulos anteriores por la muerte, decapitación e incluso quema. Son procesos que todos debemos experimentar y sin lamentos ni quejas, dando muestra de nuestra superioridad moral. Ahora que he dimitido no le puedo venir a ayudar, pero, si eso, le llamo.
Me he perdido, padre, ¡encuéntreme!!!! o igual le encuentro a usted primero, seguramente en la consulta del psicólogo, sí...
Besos, de todas formas...
HA MI ME HAGRAdA HEL ZADOMASOKISIMO
Ser Mesianico esta bien pagado? Vendes franquicias de tu poder?
¡Esperamos su Palabra, sanctidad!
No nos deje en adopción al aburrimiento...
buen relato orwelliano. Encantado que la población norteamericana sea toda sobrante. solo un pero....el gótico en realidad fue una epoca de luz y claridad. Piensa que tras el romanico donde las paredes eran anchas y las ventanas estrechas pasamos al gotico de paredes finas y altas con grandes ventales. El gotico como siniestro es una concepcion moderna tipica de la literatura y de grandes grupos como los cure, referido sobretodo a la imagen ocultista del medievo que ha su propia realidad. Agur san joan, martir de los blogs y azote de la humanidad.
Chapeau, monsieur!
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