Al atardecer, las sonrisas fláccidas se mueven con paso plúmbeo en una alarde de palabras esdrújulas. Una sinfonía de cadencias que no sirve para mejorar el ánimo de un día que ha transcurrido lloviendo lágrimas y gestos. Todos hemos llovido lágrimas. Algunos gestos valían por mil penas. En lo alto de la montaña se pierden las miradas cómplices que se hunden en el intrincado laberinto sepultado. Desaparece la rutina y amanece otra diferente como un dominó. Cae la pieza y oculta el número, pero también muestra otra cara, aunque, por desgracia, suele ser negra. Una pieza menos, una lágrima más.
Dedicado a una que ya no está.
8 comentarios:
:(
No me gusta llorar, no me gusta ver llorar...no me gusta que lloren, ni siquiera en silencio
A veces, no queda más remedio.
vaya, ya nunca se que decir en estos momentos.........
dejamos que cada uno hagalo que quiera
¿Qué coño es oktomanota? ¿Una inmobiliaria que deja comentarios en los blogs? ¿Alguien que recibe comisión por comentar y linkar esa web? Mmmmmh... :/
Estoy del spam hasta los huevos.
Por cierto, Curry, no hace falta que digas nada, a veces, basta con una mirada o un gesto.
Un saludo
...pues aqui ya ha salido el sol...
:))
Por estos lares también empieza a salir.
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