3 de febrero de 2008

Decidir

Hay trances a los que uno se tiene que enfrentar durante toda la vida, momentos clave donde se decide la personalidad de cada uno, donde se adquiere consciencia del papel que se tiene en la vida. Hay trances terribles, como por ejemplo, las decisiones. Se presentan a todas horas y, sobre todo, cuando uno las rehúye. Todo empieza en EGB, cuando tienes ya que elegir entre jugar a fútbol o a baloncesto con los amigos. No hay que tener muchas luces para distinguir a un pringado en esa época: es un jugador de baloncesto. Basta verlos: niños apocados con cuerpos amorfos, codos gastados y vista mediante lupas de culo de vaso, fruto de horas ininterrumpidas de estudio, a menudo amenizadas con largas horas de navegación por páginas de ocultismo o teoría de la conspiración o por la lectura de revistas como “Más allá” o “PC Trucos”.


El génesis del declive

La decisión ya es clave aún cuando casi no tenemos raciocinio. El fútbol nos lleva a la homogeneidad con los demás, cosa que permite el desarrollo normal del niño o adolescente. En cambio, el baloncesto se convierte en el estigma de unos pocos. ¿Dónde se han visto unas canastas reglamentarias en un patio escolar? Siempre es un aro medio torcido, con cuatro cordones –antaño redes- colgando como si fuera el Madison Square Garden de Chernobil. En cambio las porterías siempre están ahí, como los moais de la isla de Pascua. Impertérritos ante los cambios, sólidos y perennes, guardianes de su valor. Además, ante su ausencia, dos mochilas se pueden erigir como sustitutos absolutamente válidos, un identificador más de grupo, un hecho cohesionador. Sólo uno se da cuenta de sus actos mirando hacia atrás con perspectiva. Dónde antes uno podía ver una canasta, ahora ve fracaso, frustración y herpes. ¿Qué habría pasado de haber jugado dos o tres años de lateral izquierdo en el Athletic Baleares? Quizá nada, seguramente todo.

¿El patio del colegio?

Al cabo de unos años, nuevas diatribas aparecen en nuestro camino. ¿Son mejores las ciencias o las letras? Otra vez a decidir, con el agravante de que tomar una senda u otra hará que nuestra vida sea un camino acolchado con pétalos de rosa o un paseo sin calcetines por un campo de cardos borriqueros. Otra vez la dicotomía, otra vez en el brete de decidir. Muchos tomamos el camino letrado, el de la excelencia intelectual –eso pensábamos-, el del cultivo cerebral, la artística mental, la creatividad, la bohemia, absenta, pipa y balancín. Error, one more time. Años después, la selva laboral demuestra qué vale en euros un ingeniero comparado con un periodista. O un arquitecto con un profesor. O un dermatólogo con un sociólogo. Y la lista es interminable. Mientras los años fértiles de la vida de los que optamos por las letras transcurren entre vahos de alcohol y nieblas que capilarizan los ojos y distienden los músculos, los vilipendiados estudiantes de ciencias se encierran en sus libros haciendo caso omiso de las cuchufletas que se prolongan ad eternam. A largo plazo se gira la tortilla y el yunque de la decisión cae por su peso encima de los mileuristas. Eso sí, mileuristas, pero letrados.

Te olvidas de esas decisiones y llega otra de mayor calado, si cabe. ¿Es mejor ser un pelele que alquila un piso y jamás conseguirá tener patrimonio? ¿O es mejor ser un pelele aún mayor que paga una hipoteca y jamás conseguirá tener algo de vida? Los años de estudiantazgo (toma neologismo) pesan y la escasez económica –al haber estudiado letras, imbécil- pesan más aún. Además, alquilar da cierta sensación de juventud, muy bien recibida cuando las canas afloran, la curva de la felicidad es una seña de identidad y hay ecos de paternidad. A lo lejos, pero haberlos… En cambio comprar piso es solemne. Significa llevar la camisa por dentro, calzar zapatos y no deportivas, incluso no salir algún fin de semana, un obstáculo insalvable para muchos. Pero, como os decía, son las decisiones las que marcan nuestra vida.



Cuestión de elección

Vivas donde vivas, volverás tarde o temprano a elegir. Al fin y al cabo, la mayor de las decisiones que se pueden tomar es ser del Barça o del Madrid. Y no ya por lo deportivo de la elección, sino por lo añadido, por la connotación. Un colorido blaugrana o una austeridad blanca, un pasado de sufrir o una victoria de costumbre, un hermanamiento de trinchera o una visión por encima del hombro, una sang culé o un orgullo vikingo. Cuando Platón hablaba de que todo en el mundo había sido creado a partir de unas esquemas preconcebidos, unos arquetipos o paradigmas, claramente se refirió al Dream Team, que tuvo que aparecer en la realidad, hacerse físico, sólido y presente, para establecer los cánones de qué significa tomar partido por un lado o por el otro. En este caso la elección correcta es bicolor i un clam.

Si has jugado a baloncesto, estudiaste letras, vives de alquiler, y eres del Barça, eres de los míos. O sea, un mierda. Si has decidido todo lo contrario, también podemos ser amigos. Si lo decides así, claro.

20 comentarios:

Joan dijo...
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Joan dijo...

El primer comentario lo hago yo. Os doy la bienvenida otra vez a todos los que habéis tomado la decisión de volver por aquí a ver si el Rey de los vagos (o sea, yo) se dignaba a publicar algo. No valen las excusas de trabajar de sol a sol, a pesar de ser verdad, ni la de la sequedad mental o creativa. Espero volver con más asiduidad y ahora me toca visitar vuestros lares.

Hasta ahora.

Josep dijo...

Ya te vale, ya; llegar y proponer una elección, hecha o por hacer todavía.

Y digo yo: si uno es de letras y ha jugado baloncesto pero tanto le da Barça como R.M. ¿tiene donde ubicarse?

Porque yo siempre he preferido ir al cine a ver una final de fútbol... :-)

¿Seremos amigos pero menos?

Saludos, y que no decaiga...

Anónimo dijo...

Yo tomé el camino del basket... en el futbol, nunca pasé de ser un defensa expeditivo (aka leñero) o un palomero con cierto encanto.
En cuanto al cmaino profesional, yo dije letras, y mi padre me dijo "no seas tonto". He tenido momentos de arrepentimiento y otros de acierto, pero lo de ingeniero y mileurista no me lo quita nadie...

Y eso si... soy culé. A ratos alegría, a lustros maldición. El equipo que debería ser patrocinado por la editorial de Kafka... Pero que se le va a hacer, me queda el consuelo de ver a mi padre, que es del At de Madrid...

Mar dijo...

Me gustaba el baloncesto, pero no lo pude practicar, me dió por el ciclismo. Me hice de ciencias pero se acabó todo en COU, mi vena jipi me pedía estudiar por mi cuenta. Luego conseguí las oposiciones y soy una administrativo en un ayuntamiento perdido y con poco sueldo; me casé, me divorcié, me empeñé y me faltan 5 añitos para terminar de pagar mi casa con jardín (si es que puedo pagarlos con dos hijos estudiando, posiblemente, en la universidad).
¿Amigos? jejejeje un besoooo
P.D- Soy anárquica del fútbol ¿amigos?

Joan dijo...

Josep, últimamente también me tira más el cine, así que imagino que nuestra amistad fructificará. Aunque debes saber que la cabra siempre tira al monte...

Denke, mis condolencias hacia tu padre :D

Tha, amigos, eso seguro. Tu trayectoria es de guión de cine. ¿No te lo has planteado?

Currymaedchen dijo...

Joder Joan, tio, yo jugaba al baloncesto y el futbol, la modalidad baloncesto era bastante deportiva, la modalidad futbol (con pelota de baloncesto) era una especie de acoso y derribo mediante lanzamiento de pelota propulsada por patada a la cabeza del adversario, ni los romanos oiga. Estudie ciencias, pero tambien sali por ahi a matar mis neuronas emborrachandolas y haciendoles otro tipo de perrerias quimicas y tampoco estoy bien colocada. Se le olvido mencionar la cantidad de pardillos que estudiamos carreras de ciencias puras. Vivo de alquiler pq a los becarios no les hacen hipotecas y a los parados menos y no podria pagarlo sola. Y no me gusta el futbol, pero si quiere, podemos ser amigos.

Anónimo dijo...

Llamame sadico, pero este año lo lleve a ver el Barça-AtMad al camp nou... Dan una penilla estos colchoneros que al final hasta lo anime un poco fijate tu. Caen hasta bien.

Anónimo dijo...

Hombre, qué sorpresa!!! Ya era hora que dejara usted de rascárselos..
Yo fuí de la vertiente de los del futbol y en esas edades, cierto es que, la connotación que acompaña al echo es positiva. En cuanto a los estudios pertenecí a una tercera rama que podríamos bautizar como "mixta". Ésta la creó la gran LOGSE para los que, si cabe, íbamos más perdidos. Y que a nadie se le ocurra pensar que así se englobaban todos los campos. Al revés, consistió en la suma de carencias de todas las disciplinas.
Soy culé pero lo que me rebosa es el espíritu antimadridista.
Lo de amigos? No creo que sea la mejor idea, pero igual ya es tarde..

Joan dijo...

Curry, no recordaba lo del futbol con pelota de baloncesto. Eso era una pseudo-modalidad del bullying actual.

Te llamo sádico: Denke, eres un sádico.

Tardísimo, amigo Makkaul, tardísimo...

Joan dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Raimon dijo...

Sencillamente genial.

Tengo que admitir que yo fui de los de basket en el colegio, aunque jamás le hice ascos al fútbol. Especialmente en un bar, con unas patatas bravas y una cervecita fesquita.

Soy de ciencias puras, pero tanto o más pringado y mileurista que cualquier letrado en paro, al menos de momento.

En cuanto a los colores, no hay discusión, som molts anys que hem patit.

Finalmente, en cuanto a lo de trabar amistad con usted lo consultaré con mis asesores de imagen... :p

¡Un abrazo!

Pan dijo...

Me ha tocado la fibra. Para mí, la expresión ‘peor imposible’ carece de significado. Siempre hay un escalón más en la bajada. Mi técnica es sencilla: ante una encrucijada pongo en una balanza ‘pros’ y ‘contras’. Si los pros saltan por los aires impulsados por el peso de los inconvenientes; decisión tomada.
Yo soy muy futbolero y el baloncesto siempre me ha gustado. Así que de pequeño me decanté por el voleibol, deporte reservado para los que son demasiado torpes para el fútbol y demasiado bajos para el básquet. Creí haber acertado en su momento, ingenuo, porque ahora me arrepiento de no haber sido árbitro de fútbol, el error hecho arte.
En cuanto a elegir una carrera, también dediqué mis años mozos al estudio de la letra. En un arrebato magistral, decidí dejarlo todo en el último momento, aterrado ante la posibilidad de que una licenciatura acabara poniéndome a las puertas de un sueldo digno y cuatro meses de vacaciones al año.
Y claro, a pesar de haber crecido en un ambiente profundamente merengue elegí al Barça. O el Barça me eligió a mí. Porque ser culé dice mucho de uno mismo: valor, integridad, un porte vigoroso y una inclinación natural hacia la catástrofe. Muchos se enamoraron del Dream Team, pero usted y yo sabemos que el Barça nos robó el corazón en épocas más oscuras, cuando una pírrica victoria sobre el Madrid servía de consuelo para todos los dolores.

Corpi dijo...

Rubia o morena; con vello o depilada; carne o pescado; arriba o abajo; por delante o por detrás... Nos pasamos la vida tomando decisiones, el caso es estar acertado como yo, o equivocado como tú.
Amunt València.
Un saludo.

Joan dijo...

Querido Mon, como buen estudiante de ciencias puras e informática, acabará más blanco que la cal, sentado horas interminables delante de un PC pero forrado hasta el asco, mientras yo me consumo en la barra de un bar. También es cierto que este fin de semana visito su residencia y creo que el consumo será mutuo.

Estimado Pin, contemplar las jugadoras de voleibol por Eurosport no significa que usted practicara este deporte. De hecho, ¿cuánto hace que no practica (o practicamos) algún deporte? Y no me hable de articular codos, que nos conocemos. Ah, una cosa más, cuando habla de épocas oscuras, ¿se refiere a la presente? Digo yo, vamos.

El acierto a veces consiste en tomar la decisión, sea cual sea, Corpi. Mis condolencias futbolísticas (aunque tampoco estemos para tirar cohetes)

tia cookie's dijo...

Yo debo reconocer haber juagado a Basquet, de base, basicamente porque la altura no daba ni para alero ni pivot, en cole de monjas, con un aro torcido, hice el bachiller mixto (me refiero a letras mixtas que era un recurso para desinformados) luego filología, periodismo y teatro,... y claro con todo pues le pago a mi banco el permiso para vivir en mi casa, tengo una perra que me ladra y tres hijos que traen de culo, soy del Barça porque el rocehace el cariño...a lo que hay que sumarle mi condición femenina...vamos que más que amiga suya puedo llegar a ser su confidenta...oiga un chollo vamos!
Por cierto mi hijo mayor juega a Rugby por si acaso, que digo yo que a lo mejor pilla por original...
Gran Blog!

08181 dijo...

Como son las cosas, que los que al final daremos pena, seremos nosotros...

me estoy planteando seriamente ir a ver el Celtic-Barça a un pub del Celtic que hay en gracia.

Jugaremos mal, pero a provocador no me gana nadie!

tia cookie's dijo...

Joan pása a recojer tu premio que ya no me cabe en el pasillo!!!

08181 dijo...

vago.

Joan dijo...

Cuánta razón...