Érase un hombre a una vagancia pegado,
érase una ociosidad superlativa,
érase una persona con apatía,
érase un haragán bien acostumbrado
Era un reloj de sol mal encarado,
érase un gandul boca arriba,
érase el maestro del “no escriba”,
un blog inacabado.
Érase la indolencia como bandera,
érase el rey vago de España,
las doce tribus de vagos era;
Érase un vaguísimo infinito,
muchísimo más, vago tan fiero,
el vago de la peor calaña.
Autodedicado
16 comentarios:
Lo malo de la apatía es que cuanto más tiempo se la soporta, más difícil resulta salir de ella.
Me alegro de leerte de nuevo.
Un abrazo.
¡Tchang vive!
Internet estará contenta de recuperar a uno de sus más bravos muchachos.
EN EFECTO, LO ESTOY.
sonaba la apatia, pero la has dejado callada!!!
un abrazo
de la alegria me comi dos letras...quise decir oliveria
ah caray! ahora me doy cuenta que aqui aun es domingo y a penas las 21 horas...estas cosas tan locas del mundo y su rotacion...
Me identifico con tu apatía. Brindemos por Bartleby el escribiente.
Soy tan vago que ni siquiera he adaptado el quinto verso.
Pues para ser tan vago, la cabeza te funciona muy bien porque los ripios son muy buenos.
Me n'alegre de llegir-te de nou.
Pues para ser tan vago, la cabeza te funciona muy bien porque los ripios son muy buenos.
Me n'alegre de llegir-te de nou.
KE HARTE TIHENE UNTEZ
Supongo que la apatía de sus versos, amigo Pelutitó, se refiere a su negativa a ir a ver a los Four Horsemen (bueno, los tres originales y la cuota latina) en su próxima visita a Karcelona.
Me lo debes, titán. Tengo una felicitación de Viejaniversario que hace referencia a ello.
Y esta vez no habrá gradas que valgan.
Metal Up your ass!
Excelente post mis mas cordiales felicitaciones, me ha gustado mucho su blog, un cordial saludo.
Es que la Apatía está jamona y se deja querer fácil. Dímelo a mi.
Siento una cierta simpatía y sinergia con su personaje, compañero Joan...
Ociosidad superlativa, por dios, su dedo justiciero me apunta!
Que contagiosa es la vagancia...
A ver si con la primaevra salimos del letargo...
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